LOS MAÍCES DE MÉXICO EN LA HISTORIA GENERAL DE LAS COSAS DE LA NUEVA ESPAÑA
Martha Gabriela
Bayardo Ramírez
Sin duda el maíz y
el amaranto son para el patrimonio gastronómico de México, los sujetos protagónicos
en el Códice Florentino. En el presente se da muestra únicamente del caso del
maíz, sin considerar sus productos: tamales, atoles y tortillas; como una
medida de limitar su extensión.
LOS MAÍCES DE MÉXICO EN EL
CÓDICE FLORENTINO
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Descripción
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[Chicomecoátl] debió esta mujer ser la primera que comenzó a hacer pan y otros
manjares y guisados.[1]
[…] esta fiesta
hacían a honra de la diosa llamada Chicomecoátl, la cual imaginaban como
mujer y decían que ella era la que daba los mantenimientos del cuerpo, para
conservar la vida humana, porque cualquiera que le falta los mantenimientos
se desmaya y muere.[2]
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La otra gente ofrecía diversas cosas: unos ofrecían
maíz tostado, otros maíz tostado revuelto con miel y con harina de semillas
de bledos.[5]
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[Según los señalado en el dios de los convites],
repartían aquella figura de hueso que habían hecho de masa que se llama
tzoalli, tzohuatl (masa de bledos apelmazada para comerse, a veces elaborada
de figuras. Salía mezclarse con maíz. Comida ritual).[6]
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[…] ofrecían cañas de maíz verdes, y flores y
cañas de humo […][7]
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[…] sembraban también delante de él [el dios
Opochtli] un maíz tostado que llaman
momóchitl que es una manera de maíz que cuando se tuesta revienta y descubre
el meollo y se hace como una flor muy blanca: decían que estos eran granizos,
los cuales son atribuidos a los dioses del agua.[8]
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En las casas donde entraban los hacían sentar
sobre unos hacecillos de hojas de tzapotes y echánbanlos al cuello unos
sartales de mazorcas de maíz, […] ponían guirnaldas y les daban a beber pulcre,
que es su vino.[9]
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Llegada la fiesta de etzalquzliztli todos hacían
una manera de puchas, o poleadas, que se llama etzalli (cocimiento hecho de
granos de maíz con granos de frijol) -comida delicada a su gusto- todos comían
en su casa y daban a los que venían, y hacían mil locuras.[10]
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A los quince días de este mes los mozos y
muchachos enramaban todos los altares y oratorios de los dioses, así los que
estaban dentro de las casas como por los caminos y encrucijadas, y por esta
diligencia que hacían dábanlos maíz.
Algunos daban un chiquíhuitl lleno de maíz, y a
otros dos o tres mazorcas.[11]
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[En la ceremonia y
sacrificios de Tlacaxipehualiztli] cocían aquella carne [humana de las personas que fueron
sacrificadas] y daban a cas uno un pedazo de aquella carne en un escudilla o
cajete, con su caldo y su maíz cocido.[12]
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[El día siguiente todos se aparejaban para un solemne
areito, el cual comenzaba en las casas reales…] y llevaban en las manos en
lugar de flores todo género […]; iban aderezados con maíz tostado, que se
llama momochtli (granos de maíz tostados hasta que se abren, en apariencia de
flor), en lugar de sartales y guirnaldas.[13]
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[En la fiesta y sacrificios en
Tlacaxipehuatliztli], los que habían traído los pellejos vestidos lavábanse
allí en el cu, con agua mezclada con harina o masa de maíz.[14]
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Después de esto iban todos por los maizales y los
campos y traían cañas de maíz y otras yerbas que llamaban mecóatl (brote del
maguey), con estas yerbas enramaban al dios de las mieses cuya imagen cada
uno tenía en su casa, y componíala con papeles y ponían comida delante de
esta imagen […] también ponían delante de esta imagen un chiquihuitl de harina
de chía que ellos llaman pinolli; otro chiquihuitl con maíz tostado, revuelto con frijoles,
cortaban un cañuto de maíz verde y henchíanle de todas aquellas vianda,
tomando de cada cosa un poquito, y ponían aquel cañuto sobre la espalda de la
rana como que le llevaba a cuestas […][15]
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[…] En esta fiesta llevaban las mazorcas que
tenían guardadas para semilla; al cu de Chicomecóatl y de Cintétl, para que
allí se hiciesen benditas […] Después que habían llevado al cu las mazorcas
de maíz, volvían a sus casas, echábanlas en el hondón de la troje, decían que
era el corazón de la troje, y en el tiempo de sembrar; el maíz de ellas
servía de semilla.[17]
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[…] decían que ella (Chicomecoátl) hacía todos
los géneros de maíz, y todos los géneros de frijoles y cualesquiera otra legumbres
para comer […][18]
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Hecho este sacrificio [en Uey Tecuílhuitl] a
honra de la diosa Xilonen, tenían todos licencia de comer xilotes y pan hecho
de ellos, y de comer cañas de maíz. Antes de este sacrificio nadie osaba
comer estas cosas […][19]
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[En la fiesta de Tóxcatl] danzaban las mujeres
doncellas, afeitadas y emplumadas […] y llevaban en la cabeza puestos unos
capillejos compuestos en lugar de flores con maíz
tostado que ellos llamaban momochtli.[20]
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Llegando la fiesta [Etzalqualiztli], todos hacían
la comida que se llama etzalli, no quedaba nadie que no hiciese en su casa;
este etzalli era hecho de maíz cocido, a manera de arroz, y era muy amarillo;
después de hecho, todos comían de ello, y daban a otros.[21]
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Éstos se subían encima de un cu pequeño que se
llamaba la mesa de Huitzilopochtli (y) desde allí arrojaban o sembraban maíz de todas las maneras, blanco y amarillo, colorado y prieto, sobre la gente que estaba abajo, y también pepitas de calabaza, y
todos cogían aquel maíz y pepitas […][22]
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[En las fiestas y sacrificios de Teotleco …]
enramaban unos altares […] solamente en las casas de las diosas; (sin embargo)
también enramaban los altares donde estaban las estatuas de los ídolos
particulares, en las casas del pueblo, y dábanles por esto en cada casa un chiquíhuitl de maíz o
cuatro mazorcas y los más pobres
dábanlos dos o tres mazorcas; llamaban a esto cocátl, como quien dice aguinaldo (se les daba maíz) para que comiesen tostado, y no lo comían todos, sino aquellos que eran ya
conocidos por dirigentes y trabajadores.[23]
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A la media noche de este día, molían aun poco de harina de maíz y
hacían un montoncillo de ella, bien tupida; hacían un montoncillo de harina redondo como un queso, sobre un petate. En este
montoncillo de harina veían cuando habían
llegado todos los dioses, porque aparecía una pisada de un pie pequeño sobre
la harina (y) entonces entendían
que eran llegados los dioses.[24]
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[En la fiesta y ceremonia que se llamaba
Atemoxtli…] las mujeres que entraban en este convite todas llevaban maíz, para
los alimentos, ninguna iba sin llevar algo, o mazorcas de maíz hasta quince o
vente; entrenando estábanse aparte, y dábanlas allí comida a cada una por sí,
y también beber pulcre […][25]
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[Como parte de la penitencia que recibía el
cuerpo de Huitzilopochtli] cada uno era obligado a
pagar una manta grande […] y un cesto de maíz y cien mazorcas de maíz; y los que no podían pagar, que se sentían muy
agraviados del dicho atributo, se ausentaban […] [27]
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[…] de los que iban al paraíso terrenal] que
nombra Tlalocan, en el cual hay muchos regocijos y refrigerios, sin pena
ninguna; nunca jamás faltan las mazorcas de maíz verdes, y calabazas y
ramitas de bledos, y ají verde y jitomates, y frijoles verdes en vaina, y flores.[28]
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Como cuarta costumbres del Calmécac […] los
muchachos ya grandecillos iban a traer a cuestas la leña del monte, que era
necesaria para quemar en la casa del Calmécac cada noche, y cuando hacían
alguna obra de barro o paredes, o maizal, o zanja
o acequias, íbanse todos a trabajar […][29]
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De las malas condiciones de las mujeres que nacían en este signo […] es
holgazana, perezosa, dormilona y con estas obras siempre a acabar mal y a
venderse por esclava; como no sabe hacer nada, ni moler
maíz, ni hacer pan […][30]
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Del convite que se hacía por razones de los
bateos […] una orden de chiquihuites,
con diversas maneras de pan, y
pareados en los chiquihuites otros tantos cajetes
con diversas maneras de cazuela,
con carne o pescado […] [31]
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El que habla generalmente de todos los signos […]
como si fuese el pan duro, y frío y áspero, hiede a la cal,
así es la plática que es molesta a los oyentes […][32]
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De los maíces […] decían también los supersticiosos antiguos, y algunos aun ahora
lo usan, que el maíz antes que le echen en
la olla para cocerse, han de resollar sobre él como dándole ánimo para
que no tema la cochura.[33]
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De los maíces […] también decían que cuando estaba derramado algún maíz por el suelo, el que lo veía era
obligado a cogerlo, y el que no lo cogía hacía injuria a este al maíz, y el maíz se
quejaba de él delante de dios diciendo: “Señor, castigad a este que me vio derramado y no me recogió, o dad hambre
porque no me menosprecia”.[34]
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De la tortilla que
(se) doble en el comal, era señal que alguno venía a aquella casa, o
que el marido de aquella mujer que cocía el pan, si
era ido fuera, venía ya, y había coceado la tortilla
porque se dobló.[35]
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Del quemar de los escobajos del maíz otra abusión tenía: que dondequiera que había alguna mujer recién parida, no echaban el fuego
los escobajos, o granzones del maíz,
que son aquellas mazorquillas que quedaban después de desgranado el maíz, que llaman ólotl; decían que si se quemaban
estos escobajos en aquella casa, la cara del niño que había nacido sería
pecosa y hoyosa, y para que esto no fuese, habiendo de quemar estos
granzones, tocábanle primero en la cara del niño; llevándolas por encima sin
tocar la carne.[36]
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De las cañas verdes del maíz
otra abusión decía que el que comía cañas verdes, de noche, que le daría
dolor de muelas o de dientes, y para que esto no aconteciese el que
comía alguna cañas verdes, de noche, calentábala al fuego.[37]
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[Del lenguaje y afectos que usaban cuando oraban
al dios de la pluvia llamado Tláloc] ayudad, señor, a nuestro señor dios de
la tierra, siquiera con una mollizna de agua, porque él nos cría y nos
mantiene cuando hay agua; tened por bien, señor; de consolar al maíz y a los etles, y
a los otros mantenimientos muy deseados y muy
necesarios que están sembrados y
plantados en los camellones de la tierra, y padecen gran necesidad
y gran angustia por la falta de agua.[38]
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[Del razonamiento lleno de muy buena moral] mirad hijos que tengáis cuidado de sembrar los maizales y de plantar magueyes y tunas, y frutales […][39]
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[Del lenguaje y afecto que los señores usaban
hablando y doctrinando a sus hijas cuando ya habían llegado a los años de
discreción] mira no escojas ente los hombres el que mejor te parezca, cómo
hacen los que van a comprar las mantas al tiánquez o mercado; recibe al que te
manda, y mira que no hagas como se hace cuando se crían mazorcas verdes,
que son xilotes o elotes, que se buscan
las mejores y más sabrosas; mira que no desees algún hombre por ser mejor
dispuesto; mira que no te enamores de él apasionadamente.[40]
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[Del lenguaje y afecto que los señores usaban
hablando y doctrinando a sus hijas cuando ya habían llegado a los años de
discreción] luego a hacer lo que es de tu oficio, o hacer cacao, o moler el maíz, o a hilar, o a tejer que aprendas muy bien cómo
se hace la comida y bebida, para que sea bien hecha […][41]
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[Del lenguaje y afecto el padre, señor principal,
usaba para persuadir a su hijo al amor de la castidad] porque los dioses los aman llevan para sí al paraíso terrenal, para que vivan
con el dios llamado Tlalocatecutli, que sirve con ulli y con yauhtli, y es
dios de las verduras … con el dios
tlalocatecutli, donde siempre hay verduras, maizales verdes y
toda manera de yerbas y flores y frutas […][42]
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[De la manera que hacían los casamientos estos
naturales] haceos a los trabajos de pasar los arroyos y de subir las cuestas,
y de pasar los páramos […] haceos a los trabajos de comer pan seco, con maíz tostado; no penséis, hijo,
que de aquí adelante habéis de vivir en regalos y en delicadezas, porque
habéis con vuestro sudor de ganar la comida […][43]
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De la manera que hacían los casamientos estos
naturales […] aparejában las cosas necesarias para el día de la boda […]
aparejában las ollas para cocer el maíz y
el cacao molido, que llaman cacauapinolli; las flores que eran
menester; las cañas de humo […] comenzaban a moler el maíz y ponerlo en los apaztles o lebrillos.[44]
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[De lo que la partera decía cuando cortaba el
ombligo de la niña] nota, hija mía, que del medio de
vuestro cuerpo, corto y toma tu ombligo, porque así lo mandó tu padre
Yoaltecutli, que es señor de la noche […] habéis de ser las trébedes, donde
se pone la olla; en este lugar os entierra nuestro señor, aquí habéis de trabajar;
vuestro oficio ha de ser traer agua y moler el maíz en
el metate; allí habéis de
sudar, cabe la ceniza y cabe el hogar […][45]
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En estas fiestas de todos los dioses todos los
maceguales comían maíz cocido, hecho como arroz, y los tlamacazque andaban
bailando y cantando por las calles: en una mano traían una capa de maíz verde, y
en otra una olla con asa. De este modo andaban
demandando que les diesen maíz cocido, y todos los maceguales les echaban las ollas que traían de aquel maíz cocido.[46]
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Uno de los alimentos que se consideraban en
momentos difíciles [(hambre) …] polúcatl, es una semilla de unas yerbas que no se comen sino por gran necesidad;
este popóyotl es maíz aneblado; xolotzontli, son los cabellos que las mazorcas tienen colgados cuando están en la caña; miáutl,
miahuatl o miyahuatl son aquellos penachos que
tienen las cañas del maíz cuando ya están grandes las mazorcas
(espiga del maíz); este metzolli, son las
rayaduras o raspas del maguey, cuando le abren para que mane;
nochxóchitl es la flor de la tuna; mexcalli, son las pencas del maguey cocidas; necutlatonilli, es
la miel reciente que sale del maguey, calentada al fuego; huauntli polocayo, es la semilla de cenizos sin limpiar, con todas sus
inmundicias.
Frijoles los guardaban con todas las ramas y hojas vainas, porque todo se
aprovechaban en tiempo de hambre.[47]
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De los pasatiempos y recreaciones de los señores
[…] jugaban a la pelota, y también traían consigo buenos jugadores de pelota
que jugaban en su presencia, y por el (bando) contrario otros principales, y
ganábanse oro y chalchijuittes y cuentas de oro y turquesas, y esclavos, y
mantas ricas y maxtles ricos, y maizales y
casas, y grebas de oro y ajorcas de oro y brazaletes hechos con plumas ricas,
y pellones de pluma y cargas de cacao […][48]
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De la trojes o alhóndigas […] otra sala del palacio se llamaba Petlacalco. En
este lugar posaban un mayordomo del señor, que tenía cargo y cuenta de todas
las trojes de los mantenimientos de maíz que se guardaban para
proveimiento de la ciudad y república, que cabían a cada
dos mil fanegas de maíz, en las cuales había maíz de veinte años sin
dañarse; también había trojes en
que se guardaba cantidad de frijol […][49]
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Del orden que había en el tíanquez, del cual el señor tenía especial cuidado […] en
otra parte estaba por su orden los que vendían las cosas de comer, como son maíz blanco, y negro, y colorados, y jaspeados, y unos frijoles negros, grandes como
habas, y semillas de bledos pardos o cenicientos, y colorados, y amarillos, y chía clara y negra, y otra que llaman chiantzótzotl.[50]
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Del orden que había en el tíanquez, del cual el señor tenía especial cuidado […]
también estaban por su orden los que vendían yerbas para comer, como son cebollas, y otras yerbas que usan comer, también éstos venden xilotes, y elotes cocidos, y pan hecho de
los penachos del maíz, y pan hecho de elotes, y todas las maneras de pan que se usan.[51]
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De cómo los mercaderes comenzaron a ser tenidos
por señores y honrados como tales […] luego el señor les mandó dar muchas preseas en señal de agradecimiento
por sus buenas obras; dióles muchas mantas de diversas maneras y muy ricas, y
muchos maxtles muy ricos; dio también a cada uno dio una hanega de maíz y
otra de frijoles y ciertas medidas de chía.[52]
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De las ceremonias que hacían los mercaderes
cuando se partían a alguna parte a tratar […] si por ventura no pemitiese
nuestro señor que muráis, sino que hagáis vuestro viaje, tened por honra el comer sin chilli y sin
templamiento de sal, y el pan duro de muchos días, y el pinolli mal hecho, y el maíz tostado y remojado […][53]
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De las ceremonias que hacían los mercaderes
cuando se partían a alguna parte a tratar […] también juntamente juntaban la provisión para el camino, como pinolli (maíz molido para
comer) y otras cosas, y todo lo juntaban dentro de la
casa, teniendo ya todo junto, lo que se había de cargar, hacía sus cargas en
los cacaxtles, y daban a casa uno de estos que tenían alquilados, para que
las llevasen a cuestas la carga que habían de llevar, y de tal manera las compasaban
que no eran muy pesadas, y llevaban igual peso […][54]
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De las ceremonias que hacían los mercaderes
cuando se partían a alguna parte a tratar […] a los que nuevamente iban a
aprender aquel oficio, que eran mancebillos, no los cargaban con carga, sino
mandábanles que llevasen lo que se había de beber,
como pinolli, y las jícaras y los meneadores o revolvedores, que eran por la mayor parte hechos de conchas
de tortugas.[55]
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De la ceremonia que se hacía a los mercaderes cuando llegaban a su casa, que se llama
lavatorio de pies […] y habiendo hecho esto luego daba orden para la comida, que era menester,
como eran gallinas, empanadas y pastelejos de gallina y también gallina cocida con maíz,
que ellos llaman totollaolli (cocido de gallina con maíz); y preocuraba que se
hiciese muy buen cacao mezclado con especies, que se llama teonacaztli, y
los mercaderes convidados luego iban a la casa del convite […][56]
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De la ceremonia que hacían al romper el alba y lo
que hacían en saliendo el sol […] en entrado en las casas, donde suelen
juntarse los convidados, que están cercadas
de un pario, como celdas, poníanse casa uno en su aposento; estas mujeres
yendo a la casa del convite iban de cinco en cinco, y de seis en seis, y
entraban en la casa de las mujeres donde se hacía la comida, y poníanse cabe las
puertas, donde hacían pan, y tenían allí el maíz que habían traído, y después echándolo sobre el
petate, y luego les daban comida.[57]
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[De otra manera de banquete que
hacían los mercaderes, más costoso] todas las cosas que gastaban en dones el
que hacía el banquete, y de todas estas
cosas estaba proveído. También proveía de todo el maíz que se había de gastar, y lo ponía en sus trojes, con todos los frijoles que
eran menester y también la chían de muchas maneras;
todo esto tenían en trojes, que era provisión
para los que habían de servir en el convite para comer y beber; y
también se proveían de chilli, muchos fardos de ellos, y mucha copia de sal; y también veían tomates
comprados por mantas también se proveían de las gallinas, hasta ciento u ochenta; también se proveían de
los perritos para comer, hasta
veinte o cuarenta.[58]
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De cómo mataban los esclavos del banquete […] y
luego el señor del banquete se ataviaban con una jaqueta que llamaban
teoxicolli […] daban de comer a los esclavos unas sopas de una masa que se llama tzoalli (masa de bledos empleada para comerse, a veces elaboraban
figuras. Solían mezclarse con masa de maíz. Comida ritual)
mojada en miel, a cada uno de ellos
cuatro bocadas con unos cordeles de ixtli […][59]
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De cómo mataban los esclavos del banquete […] primero cocían el maíz, que habían de dar juntamente con la carne, y de
la carne daban poca sobre el maíz
puesta, ningún chilli se mezclaba con la cocina ni con la carne,
solamente sal […][60]
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De los oficiales que labran oro […] aparajábanle
sentaderos o sillas en que se sentase; estando sentado este dios, o diosa, o
por mejor decir diablo o diablesa, ofrecíanle una manera de tortas que llaman uilocpalli, de maíz molido,
hechas sin cocer; ofrecíanle también manojuelos de mazorcas de maíz que apartan para semilla […][61]
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De los oficiales que labran oro […] toda clase de
manojos de mazorcas presentaban y todo fruto que primeramente se
daba y toda flor que recientemente había abierto la corola.[62]
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De los oficiales que labran oro […] por todas
partes estaban esperando y le dan, le traen cargando los huilocpalli […] que
por él han sido hechos, o bien los manojos de mazorcas, un hatillo, a su presencia viene a ponerlos, y
también cualquier clase de comida que para él ha llegado, que él ha logrado
para sí.[63]
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De los oficiales que labran las piedras preciosas
[…] el nombre del cuarto [dios] Cintéotl
(dios mazorca).[64]
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De los que venden cacao y maíz y frijoles […]
el que vende maíz suele ser labrador, o
lo compara de los labradores para tornarlo a vender.
El que es buen tratante en este oficio, el maíz que vende es limpio,
gordo, sin algunas fallas, recio, macizo y duro, y cada género de maíz lo
vende por sí, el blanco, el prieto, etc.
El mal tratante, engaña vendiendo su maíz y el
maíz que es bueno lo envuelve con el maíz que
tiene gorgojo, o el maíz menudo, o dañado, y
el maíz que es nuevo mezclado
con el de dos o tres, y aun de diez años, o con el maíz dañado; cuando lo vende alábalo mucho y tiénelo en gran estima poniendo encima el mejor maíz y encubriendo el ruin.[65]
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Que venden comales el que vende comales que son tortas de barro cocido, para cocer las tortillas en ellas, mojan muy bien la tierra y la
soba y mézclala con el flojer de las espadañas, y así de ellas así
beneficiada, hacen comales, adelgazando y
allándolos muy bien […][66]
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Su comida de ellos era el mismo mantenimiento que
ahora se usa, del maíz, y le sembraban y
benefician, así el blanco como el de los demás colores de maíz con
que se sustentan, y compraban y trataban con
ello por moneda.[67]
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Donde se declara quiénes eran y se llamaban Nahuas […] su comida de
mantenimiento era el maíz y frijoles, y ají, sal y
tomates; usaban también por comida tamales colorados que
llaman xocotamales y frijoles cocidos, comían
perritos, conejo, venados y topos.[68]
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Donde se declara quiénes eran y se llamaban Nahuas […] también agujeraban los magueyes para que manasen la miel para beber; o para hacer pulcre y emborracharse […] y al tiempo que el maizal esta crecido y empezaba a dar mazorcas, comenzaban luego a coger de las menores para comer; o
para comprar carne o pescado y el vino de la
tierra […] y cuando el maíz estaba ya sazonado gastaban lo que podían
de las mazorcas más grandes, para comprar con
ellas lo que había menester y para comerlas cocidas, y
hacer tortillas y tamales; y así el tiempo de
la cosecha no cogían sino muy
poco compraban gallinas, y perrillos
para comer; y hacía muchos tamales colorados del dicho maíz y hechos, hacían banquetes y convidábanse unos a otros y luego que había comido, bebían su vino y así se comían en
breve lo que habían cogido de su cosecha.[69]
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Estos otomies
comían zorrillo […] adoraban a dos dioses celebraban […] mayor fiesta que
al otro, y para hacerla iban al campo a dormir y a
holgarse, y comían allí cuatro días, y cada vez que la celebraban aparejaban
para aquellos días todo género de comida y bebida, y
no se gastaban pocos tamales colorados y tortillas hechas de masa, mezclada con miel, y ésta era la mayor fiesta que celebraban los
otomíes.[70]
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[De los Quaquatas, Matlatzincas y Toloques …] el
nombre Matlatzíncatl tomasé de mátla, que es la red con la
cual desgranaban el maíz echaban los dichos matlatzincas en una red las
mazorcas y ahí las aporreaban para desgranar, ya también lo que se cargan no
lo llevan en costal sino en red, que tenga de dentro paja para que no se
salga por la red lo que llevan, u otra cosa.[71]
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Y en tierras de estos queaqueta [matlatzincas y toloques]
solamente se da maíz y frijol, y unas semillas que son de mantenimiento que
se llaman huauhtli; carecen de sal y ají, su comida es tamales y frijoles, y
su bebida mazamorra que llaman xocoatolli. También en su tierra se hace el maíz
tostado que se llama momochitli, que es como una flor muy blanca grano. [72]
|
[De los Michoacan…]
en su tierra se dan muy bien los bastimentos, maíz, frijoles, pepitas y frutas y
las semillas de mantenimiento llamadas huautli y chían. [73]
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[De las propiedades de los animales…] los tlacaxólotl […] vive en las montañas y desiertos, entre las
peñas, come cacahuates monteses y otros cacahuates que se llaman
quapatlchtli; come maíz verde y mazorcas de maíz,
cuando se topa con un maizal, cómelo todo sin
dejar nada […] y comen su carne, que tiene buen sabor.[74]
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De todos los mantenimientos entre esta letra se
trata de las maneras que hay de maíz, y
porque esto es cosa clara parecióme poner en este lugar, que en la diversidad de mantenimientos, que casi ningunos
son semejantes a los nuestros, parece que esta gente nunca ha sido
descubierta.[75]
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[Como recibieron a los españoles los
teocalhueyacas…] el Otomí. Éste fue a encontrarlos y allí les fue a entregar
comida: tortillas blancas, gallinas, guisados y asados de gallina, huevos y
algunas gallinas vivas y también algunas tunas todo lo pusieron delante del capitán.[76]
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[Como recibieron a los españoles los
teocalhueyacas…] cuando allá llegaron los agasajaron, de buen grado entraron
a su servicio. Les daban todo aquellos que ellos pedir podían. Pastura para
las bestias, agua, maíz desgranado, elotes, elotes verdes y fritura de
elotes. Tortillas de
elote y cocido de elotes y tamales de elote […] con ello pretendían conciliar su amistad,
hacerlos sus amigos.[77]
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[En el relato de la conquista…] y cuando ya llegó
acá a Tenochtitlan luego le dimos gallinas, huevos, maíz blanco, tortillas blancas, y le dimos de beber. [78]
|
[En el relato de la conquista…] esto más: cuando fueron
vencidos los tenochcas se pusieron a pleitear unos con otros y se mataron
unos a otros. Ésta es la razón porque fueron matados estos principales:
conmovían, trataban de convencer al pueblo para que se juntaran maíz blanco, gallinas, huevos, para que dieran tributo a aquéllos (españoles).[79]
|
Tecocoltzin mandó hacer muchas colchas […] y
juntar mucho maíz, gallinas, y los demás necesario para el sustento de los
ejércitos […][80]
|
Bibliografía
Sahagún, Bernardino de.
(2006). Historia general de las cosas de la Nueva España, 11ª edición.
Colección “Sepan Cuántos...”. México: Porrúa.
[1] Sahagún,
2006, p. 31.
[2] Idem.
[4] Ibidem, p.
33.
[5] Ibidem, p.
39.
[6] Ibidem, p.
40.
[7] Ibidem, p.
42.
[8] Ibidem, p.
42.
[9] Ibidem, p.
43.
[10] Ibidem, p.
80.
[11] Ibidem, p.
85.
[12]
Talacatalaolli cocido de maíz con carne humana (se incluye en nuestra lista
pues quizás esta preparación ritual sea el antecedente del pozole). Ibidem, p.
98.
[13] Ibidem, p.
100.
[14] Ibidem, p.
101.
[15] Ibidem, p.
102.
[16] Idem.
[17] Ibidem, p.
103.
[18] Idem.
[19] Idem.
[20] Ibidem, p.
108.
[21] Ibidem, p.
112.
[22] Ibidem, p.
131.
[23] Ibidem, p.
132.
[24] Ibidem, p.
133.
[25] Ibidem, p.
144.
[26] Ibidem, p.
156.
[27] Ibidem, p.
187.
[28] Ibidem, p.
202.
[29] Ibidem, p.
205.
[30] Ibidem, p.
Ibidem, p. 239.
[31] Ibidem, p.
243.
[32] Ibidem, p.
246.
[33] Ibidem, p.
271.
[34] Idem.
[35] Ibidem, p.
272.
[36] Ibidem, p.
273.
[37] Ibidem, p.
275.
[38] Ibidem, p.
305.
[39] Ibidem, p.
329.
[40] Ibidem, p.
333.
[41] Ibidem, p.
332.
[42] Ibidem, p.
342.
[43] Ibidem, p.
350.
[44] Ibidem, p.
348.
[45] Ibidem, p.
368.
[46] Ibidem. p.
418.
[47] Ibidem. p.
420.
[48] Ibidem, p.
441.
[49] Ibidem, p.
449.
[50] Ibidem, p.
457.
[51] Idem.
[52] Ibidem, p.
473.
[53] Ibidem, p.
477.
[54] Ibidem, p.
478.
[55] Idem.
[56] Ibidem, p.
483.
[57] Ibidem, p.
487.
[58] Ibidem, p.
489.
[59] Ibidem, p.
494.
[60] Ibidem, p.
496.
[61] Ibidem, p.
497.
[62] Ibidem, p.
503.
[63] Idem.
[64] Ibidem, p.
506.
[65] Ibidem, p.
549.
[66] Ibidem, p.
555.
[67] Ibidem, p.
580.
[68] Ibidem, p.
581.
[69] Ibidem, p.
586.
[70] Ibidem, p.
587.
[71] Idem.
[72] Ibidem, p.
588.
[73] Ibidem, p.
592.
[74] Ibidem, p.
602.
[75] Ibidem, p.
685.
[76] Ibidem, p.
764.
[77] Ibidem, p.
766.
[78] Ibidem, p.
791.
[79] Ibidem, p.
793.
[80] Ibidem,
p. 808.