LA GASTRONOMÍA ESPIRITUAL PREHISPÁNICA: UN
REFERENTE ÉTICO Y ESTÉTICO
Martha
Gabriela Bayardo Ramírez
Este ejercicio
de reflexión se hizo con la intensión de arrancarle a la vida burguesa, la
gastronomía que es una de las cunas de la evolución humana, y no sólo una
bonita mesa gourmet. Esto también
apela a encontrar vías que tracen caminos que nos conduzcan a facilitar la
conciencia colectiva de pertenecer a nuestra tierra plagada de dioses y
trascendencia en donde ¡sí importa nuestra falta de compromiso y respeto a la
diversidad cultural y biológica!
Las
cocinas sagradas de diferentes culturas, son una manifestación multifactorial que
le confiere por un lado un estrato universal y otro único o específico para
cada cultura en donde se recrea el sistema de creencias propias, como también elementos
del inconsciente colectivo[1] de
Carl Gustav Jung; esto se observa en cada alimento nativo de América cargado de
diversos significados.
Para
los gastrónomos contemporáneos, podría ser un referente la cultura religiosa de
Mesoamérica que se expresa en forma de alianza espiritual entre los dioses, la
naturaleza y los hombres, en donde destaca la fertilidad como la principal
condición para conformar el sentido anímico que constituyo dicha alianza y que
da un sentido ético y estético, por el bien que se afirmaba al vivir bajo el
paradigma anteriormente señalado.
Por
tal, resulta inconcebible dejar fuera la búsqueda de lo que generó el sentido gastronómico
de la cultura azteca; donde cabe mencionar que el sacrificio humano expresado
de diversas formas y las diferentes manifestaciones de ofrendas, son piezas reveladoras
del poder integral, profundo y transcendental que representaban los alimentos
que nutren el cuerpo y el espíritu, según se puede dilucidar en los registros
realizados por Sahagún en su obra Historia
General de las Cosas de Nueva España,[2] en
donde destaca el sentido de una dialéctica mito-rito en la vida cotidiana como
extracotidiana de éste pueblo, en donde los alimentos y su preparación adquieren
diferentes significados.
Finalmente no es
exagerar, si se afirma que descuidar la biodiversidad de nuestra tierra, la producción
agropecuaria, la selección y el consumo de alimentos oriundos de nuestro país,
es una forma de desdibujar nuestro legado y contradecir nuestra figura cultural
y existencial ante el mundo y ante nosotros mismo.
Continúa en https://ungranodefrijolymaiz.blogspot.com/2014/05/
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FUENTES
Bibliografía
Buenrrostro,
Marco y Barros, Cristina, La cocina
prehispánica y colonial: Consejo Nacional para la Cultura y las Artes,
México, 2001.
Coe, D, Sophie, Las primeras cocinas de América: Fondo
de cultura Económica, México, 2004.
Chomski, Débora,
La cocina sagrada, Recetas de las
tradiciones islámicas, budista, hindú y judía: Alba, Barcelona, 2009.
De Sahagún,
Bernardino, Historia General de las Cosas
de Nueva España: Porrúa, México, 2006.
Frager, Robert y
Fadiman, James, Teorías de la
personalidad, 2da Edición: Alfaomega y Oxford, México, 2007.
López Austin,
Alfredo y López Luján, Leonardo, El
pasado indígena: Fideicomiso Historia de las Américas, Fondo de cultura
económica y el Colegio de México, México, 2000.
López Austin,
Alfredo y Millones, Luis, Dioses del
norte, dioses del sur, religiones y cosmovisión en Mesoamérica y los Andes:
Era, Distrito Federal, 2010.
Hemeroteca:
Arqueología
mexicana, El maíz catálogo visual,
Edición especial, núm. 38, marzo 2011.
Artes de México,
Deidades del panteón mexica del maíz,
núm. 79, s.a.
Álvarez-Buylla
Roces, Elena y Carreón García, Areli y Vicente Tello, Adelita, Haciendo Milpa, la protección de las semillas y la agricultura campesina,
Universidad Autónoma de México, Primera impresión, 1 de agosto de 2011, México,
2011.
Cítanos:
Bayardo Ramírez,
Martha Gabriela, “La gastronomía espiritual prehispánica: un referente ético y
estético”, Sobre los fogones de México, Distrito Federal, 2014, <
http://ungranodefrijolymaiz.blogspot.mx/>
[1]
“Inconsciente colectivo, Centro de todos los materiales psíquicos que no tienen
por origen la experiencia personal. Se extiende a todas las culturas y a todas
las épocas. Es una entidad psicológica innata que confiere estructura al
desarrollo del individual y contiene la herencia de la evolución espiritual
humana. Frager, Robert y Fadiman,
James, Teorías de la personalidad, 2da
edición: Alfaomega y Oxford, México, 2007, p. 99.
[2] Sahagún,
Bernardino, Historia General de las Cosas
de Nueva España: México, Porrúa, 2006.
[3] Linares, Edelmira y Bye, Robert, “¡La milpa no sólo es maíz!”, en
Álvarez-Buylla Roces, Elena y Carreón García, Areli y Vicente Tello, Adelita, Haciendo Milpa, la protección de las semillas y la agricultura campesina,
Universidad Autónoma de México, 1 de agosto de 2011, México, 2011, p. 9.
[4] Buenrrostro, Marco
y Barros, Cristina, La cocina
prehispánica y colonial, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes,
México, 2001, p. 17.
[5] Artes de
México, “Deidades del panteón mexica del maíz”, en Artes de México, Mitos del maíz, núm. 79, s.a., México,
p.p. 16-17.
[6] Sahagún,
Bernardino, op, cit, p. 387.
[7] Sahagún,
Bernardino, op, cit., p. 200.
[8] Coe, D,
Sophie, Las primeras cocinas de América:
Fondo de cultura Económica, México, 2004, p.p. 168-169.
[9] Sahagún,
Bernardino, op, cit., p. 271.
[10] Buenrrostro, Marco
y Barros, Cristina, op, cit., p.p.
18-19.
[11] Sahagún,
Bernardino, op, cit., p. 222.
[12] Ibídem, p. 220.
[13] Ibídem, p. 151.
[14] Después
de que la partera decía: “¡Oh madre suya, recibe a esta niña, que te
entregamos! […] se regocijan, y comen y beben el octli o vino de esta tierra.” Ibídem,
p. 383.
[15] Ibídem, p. 203.
[16] Ibídem, p. 161.
[17] Coe, D, Sophie, op,
cit., p. 255.
[18] Muñoz
Zurita, Ricardo, Larousse diccionario de
la gastronomía mexicana: Larousse, México, 2012, p. 27.